domingo, 27 de septiembre de 2015

"OBERTO" Conde de San Bonifacio


La "Companía Lírica" presenta la ópera prima del genial compositor Giuseppe Verdi: «Oberto, Conte di San Bonifacio» en estreno argentino y latinoamericano de la primera ópera compuesta por el joven Verdi de 27 años con libreto de Temistocle Solera, un atrapante drama en dos actos, y cuatro cuadros con a una notable música que evidencia las influencias de los compositores belcantistas Rossini, Bellini y Donizetti, pero que, a la vez, expone la génesis del verismo verdiano de la época. 
Con una magnífica obertura, espléndidos corales y poderosas arias nos llevan al medieval siglo XIII del "primo ottocento", en una Italia inmersa por la puja de poderes entre comarcas enemigas, donde, desde la política, las alianzas y las traiciones se enredan con el amor, el perjurio, el engaño y la venganza.


El Conde  Oberto Juan Font es padre de Leonora,Sabrina CIRERA, y Clara Pinto  una joven seducida y abandonada por el conde Riccardo, Carlos Ullán, Jerónimo Vargas Gomez , el rol de Cuniza, interpretado Laura Dominguez, Nora Balanda, quién espera a Riccardo para casarse y su confidente Imelda Clara Pinto junto  al Coro estable de la Compañía Lírica G. Verdi reconocido por su calidad y gran teatralidad, bajo la dirección musical de Ramiro Soto Monllor y la dirección general de Adriana Segal presentada en el Teatro Avenida.


La dirección del joven maestro Ramiro Soto Monllor se destacó a lo largo del desarrollo al frente de una orquesta y coro con más de treinta integrantes con una música impactante verdiana.
Entre los cantantes sobresalió en la  línea verdiana la sensibilidad expresiva de la soprano Sabrina Cirera (Leonora)  a partir de su aria “Sotto il paterno tetto” y también el bajo  Walter Schwarz (Oberto) cumpliendo con su nobleza vocal excelente, tal vez faltando una  mayor fuerza y vibración.


Por su parte la mezzo Nora Balanda (Cuniza) mejoró su rendimiento en el acto final lo mismo que el joven tenor Carlos Ullán (Riccardo), y todos ellos más Clara Pinto (la confidente) tuvieron bien en el bello concertante “La vergogna ed il dispetto” del segundo acto, en tanto el coro vocacional de la entidad se destacó correctamente. Una puesta sobria y efectiva de Adriana Segal, directora general, con la asesoría de escena de Lizzie Waisse, contribuyó a un meritorio espectáculo lírico que no desfraudó al público y merece ser disfrutado.