lunes, 24 de marzo de 2014

ANNA BOLENA


Iniciando la duodécima temporada BA.lírica ha recurrido a un repertorio de cuatro títulos durante 2014 de la tradición operística clásica, romántica y que comienza con la menos recordada Anna Bolena la tragedia lírica en 2 actos de Donizetti con libreto de Felice Romani, el 21 de marzo en el Teatro Avenida de Buenos Aires.
El repertorio está integrado por Enrico VIII, el bajo Christian Peregrino;  Anna Bolena la soprano Macarena Valenzuela;  Giovanna Seymour la mezzosoprano Florencia Machado;  Lord Rochefort Walter Schwarz;  Lord Riccardo Percy el tenor Santiago Ballerini;  Smeton la mezzosoprano Luciana Mancini;  Sir Harvey Mauro Di Bert.Dirección musical: Rodolfo Fischer, Puesta de escena: Pablo Maritano, Dirección de coro:  Juan Casasbellas, Diseño escenográfico: Andrea Mercado, Diseño de vestuario: Sofia Di Nunzio, Iluminación: José Luis Fiorruccio.
Con un elenco de primera línea de cantantes con voces equilibradas y bien timbradas de todos por igual, ante un auditorio de exigencia ofreció la oportunidad de disfrutar una versión intimista de la tragedia lírica con beneplácito para una gran platea operística, una obra de gran belleza y valor con tan dignos intérpretes que supieron realzarla con el mejor mérito interpretativo del belcanto.


Gaetano Donizetti, junto a Bellini y Rossini, es uno de los tres grandes compositores que han sostenido la respetabilidad de la era del bel canto con un legado que ha logrado instalarse en el Parnaso de la cultura occidental.
Nacido en Bergamo en 1797 de condiciones humildes, fue estudioso trabajador y tenaz artista y tuvo la suerte de encontrar a un gran maestro que reconoció su talento y lo instruyó durante diez años sin cobrarle: el alemán Johann Simon Mayr (1763-1845).
En el Teatro Carcano de Milán estrenó el 26 de diciembre de 1830 su ópera Anna Bolena, con las mismas  fórmulas rossinianas que venía usando al no querer someterse a la ópera buffa que venía haciendo suceso y mantenerse en el drama lírico al mantener la expresividad de la orquestación que le permitió acceder al éxito hasta que Verdi comenzó a disputarle el cetro.
En Anna Bolena se destacan dos momentos muy famosos  del  segundo  acto: la confrontación de Anna y Giovanna y sobre el final la escena de la locura de Anna.
A pesar de no ser la ópera más representada y estar en la trilogía Tudor de Donizetti, junto a Maria Estuardo y Roberto Devereux.
En el Teatro Colón de Buenos Aires se representó en 1970 protagonizada por Elena Suliotis y Fiorenza Cossotto, con la dirección de Oliviero de Fabritiis, y la versión  de  Buenos Aires Lírica que estrena, está protagonizada por dos jóvenes cantantes, la  chilena  Macarena Valenzuela (Anna), y la mezzo rosarina Florencia Machado (Giovanna) y una segunda cantante chilena, la mezzosoprano Luciana Mancini, completando el elenco el bajo Walter Schwarz (Rochefort) y el tenor Mauro Di Bert (Hervey), con la dirección musical de Rodolfo Fischer, director chileno-suizo que ya trabajó en Buenos Aires Lírica y que desarrolla una reconocida actividad internacional.
La puesta en escena pertenece al régisseur Pablo Maritano con Andrea Mercado (escenografía), Sofía Di Nunzio (vestuario) y José Luis Fiorruccio (iluminación) y la dirección de coro es de Juan Casasbellas.

Anna Bolena no se creó por inesperada inspiración sino como consecuencia de un trabajo gradual después de una repartida actividad entre Roma y Nápoles de otras puestas operísticas que sumaron éxítos y fracasos durante 52 representaciones entre la cuál la farsa de "La lettera anónima" en el Teatro del Fondo de Nápoles el 29 de junio de 1822 había producido cierto desencanto a pesar de sus 20 representaciones, y al poco tiempo se dedicó a ensayar en Milán "Chiara e Serafina" que subíó a escena en La Scala el 26 de octubre con 12 representaciones que distó de ser un triunfo soñado por Donizetti, con lo amargado y desmoralizado abandonó Milán y le obligó a reformar su propio estilo con mayor preocupación en la escencia dramática operística con lo cuál ocho años más tarde Anna Bolena le dió su revancha con un lenguaje estilizado apartado de las óperas clásicas para incorporar una estética musical al temprano Romantisismo Italiano que se generaba en ése momento.
En oposición a los valores operísticos defendidos por los tradicionalistas napolitanos la crítica no favorecía al semillero de nuevos logros de los máximos compositores de música dramática de la Italia del siglo XIX.
Entre los arírtócratas milaneses disgustados con las autoridades de La Scala motivó encargar a Donizetti una nueva obra dramática para el Teatro Carcano, para escarmiento de la otra sala planearon una temporada de calidad y el tema elegido fue la segunda esposa del monarca británico Enrique VIII, con Anna Bolena caída en desgracia que Donizetti introdujo en el mundo de la ópera con sus tres reinas Tudor con María Estuardo (Scala 1835, con libreto de Guiseppe Bardari) y Roberto Devereux donde aparece Isabel I,(San Carlo de Nápoles, 1837, con libreto de Salvatore Cammarano).
Con el libreto de Felice Romani, Donizetti compone su tragedia en la villa Giuditta Pasta en Blevio sobre el Lago de Como. Como se estilaba en la época un compositor podía usar fragmentos de otras óperas precedentes que no tuvieron suceso podían ser reutilizados y así Anna Bolena ofrece una recopilación de otras creaciones sumado a su música nueva y un argumento romántico trágico con dos amantes preparadas a morir anhelando un más allá que las libere de los sufrimientos.
En medio de la rivalidad teatral más importante en Milán, La Scala se concentró en contratar a Vincenzo Bellini contra el teatro Carcano que ostentaba a Donizetti llegado para conquistar sus méritos desmerecidos con "Anna Bolena", y su rival lo hacía con un estreno milanés de "I Capuleti e i Montecchi" que no tuvo gran interés público, pero Bellini tuvo su revencha en marzo de 1831 con el estreno de "La Sonámbula" en el Carcano.
Al retirarse Rossini de la actividad teatral fueron Bellini y Donizetti que lo sucedieron como los mejores compositores italianos, sus rivalidades se acrecentaron por las virtudes de ambos.

Después del éxito de Anna Bolena se le abrieron las puertas al exterior a Donizetti que estrenó su ópera en Londres el 8 de julio de 1831 y en París el 1° de septiembre del mismo año con la dupla de intérpretes Pasta-Rubini y otro dúo célebre Giulia Grisi-Mario que mantuvo dicho repertorio por 25 años, y en USA se estrenó en Nueva Orléans en 1839, en idioma francés.
A fines del siglo XIX la popularidad de Anna Bolena decayó para aparecer en Barcelona en 1947 con un elenco integrado por Sara Scuderi, José Soler, Giulietta Simionato y Césare Siepi dirigidos por Napoleone Annovazzi.
En La Scala en 1957 se presentó con María Callas bajo la dirección musical de Gianandrea Gavazzeni y puesta de escena de Luchino Visconti y en Buenos Aires en el Teatro Colón en 1970 con Elena Suliotis, Fiorenza Cossotto, Gianni Raimondi e Ivo Vinco con la dirección musical de Oliviero de Fabritis y puesta de escena de Margarita Wallmann.
El anterior estreno de Anna Bolena en Buenos Aires fue el 17 de diciembre de 1854 en el Teatro Argentino (ex Coliseo) dirigido por Juan Victor Rivas, el elenco se integró con Ida Edelvira (Anna), Matilde Éboli (Giovanna Seymour), Juan Carlos Casanova (Enrique VIII), Luis Guglielmini (Lord Percy), Giuseppina Bertolini-Tati (Smeton), Federico Tati (Lord Rochefort) y Francesco Degiorgi (Hervey).
Ésta información fue cedida por el investigador musicólogo César Arturo Dillón que compilaba en sus archivos con una labor de muchos años tan valiosa como infalible antes de fallecer el 10 de noviembre de 2013.

Sinopsis Acerca de la ópera.
Primer Acto la acción se sitúa en Londres en la corte de Windsor con el Rey Enrique VIII;

En los aposentos de la Reina los cortesanos están inquietos al saber que Enrico está enamorado de otra mujer, y entra Seymur la otra doncella que en realidad es favorita del monarca y teme que la reina sospeche, lo que se muestra contrariada entre amor y el sufrimiento. Entra Anna turbada y disimula su pena y ordena a su paje Smeton que cante para alegrarle, y éste enamorado de la Reina canta una canción de amor pero lo hace callar al traerle la melodía recuerdos de su pasado.
Se confiesa con Giovanna aconsejándole no caer en la tentación del poder como le sucedió a ella.
Enrico le confiesa que para casarse con ella debe repudiar a Anna pero al confesarle que sabe como deshacerse del matrimonio de la Reina, Giovanna aterrorizada no quiere saber más nada.
De día en el parque del castillo, Percy se encuentra con Rochefort, hermano de la Reina quién ha retornado del exilio impuesto por el Rey y lamenta tener perdido el amor de Anna.
Aparece el Rey para salir de caza y aclara a Percy que su exilio ha sido levantado por instancia de Anna, trás encender nuevamente su amor. Por una estartegia de Enrico ordena a Harvey espiar a ambos.
En el aposento de Anna, Smeton observa un retrato de la Reina que guarda y al escuchar rumores se esconde al entrar Anna con su Hermano le pide consienta un encuentro con Percy, y al entrar éste le insiste por sus amor no correspondido y quiere quitarse la vida con su espada, entra Smeton y al ver el intento suicida que interpreta hacia la Reina opta por defenderla y Anna se desmaya, en tanto el Rey acusa a su mujer de adulterio cuándo Percy deja caer involuntariamente la imágen de Anna como prueba de la traición, y todos son arrestados.
El segundo acto en el aposento donde Anna es custodiada reza en su desgracia y aparece Giovanna que le implora confesarse culpable para poder divorciarse de Enrico y poder salvar su vida, la propuesta es rechazada y el llanto de la amante revela la verdad y entonces Giovanna le implora perdón que le concede.
En el consejo de Pares Percy y Anna son llevados ante el tribunal, y para salvar a la Reina, Smeton y Harvey confirman la sospecha adúltera condenando a Anna y cumpliendo el plan de Enrico, y ésta le pide ser ejecutada de inmediato para no humillarse ante un juicio. En tanto Percy confiesa haber sido su marido antes de Enrico lo cuál Anna lamenta su desafortunio.
El Rey furioso piensa una venganza con la niña que tuvo con Anna que es la futura Isabel I. Aparece Giovanna resuelta en dejar la corte y se arrepiente por traicionar a la Reina con lo cuál aumenta la ira del Rey y Giovanna le confiesa que lo ama para levantar la pena de muerte para Anna.

Llega Harvey y anuncia el veredicto del Consejo de Pares con la órden de Percy, la Reina, Smeton y Rocefort que serán ejecutados y la clemencia es inútil.
En la prisión de la Torre de Londres, Harvey comunica a Percy y Rochefort que el Rey les ha levantado la pena menos a la Reina que morirá, pero como la Reina no ha sido beneficiada, ellos están dispuestos también a morir.
Las damas de companía se lamentan por su triste destino que después de la sentencia se vuelve loca, y en harapos divaga y cae en el delirio mientras los cañonazos anuncian la boda de Enrico con Giovanna, pero los estruendos la traen a la realidad y en lugar de maldecir a la nueva pareja real, los perdona junto al los cuatro condenados que son conducidos al cadalso.
Nota de redacción; Enrique VIII tuvo a Catalina de Aragón (1509-1533), Ana Bolena (1533-1536), Jane Seymour (1536-1537), Ana de Cleves (1540), Catalina Howard (1540-1542) y Catalina Parr (1543-1547)
Catalina de Aragón se separó trás no darle un heredero varón y la envió al castillo de Kimbolton; mientras que con Ana Bolena hizo lo propio trás acusarla de infiel y mandarla ejecutar. Jane Seymour, le dió un hijo como deseaba, pero murió doce días después del parto. Ana de Cleves, su matrimonio fue un desastre por la incompatibilidad de caracteres y ni se consumó.
Catalina Howard prima de Ana Bolena su relación solo duró dos años, pués la rumorología de la época afirmaba que era infiel al rey y decidió ejecutarla.
Catalina Parr cuidó a Enrique VIII en sus últimos años y educó a sus hijos, y fue la última esposa del monarca.