miércoles, 4 de julio de 2012

BARCELONA; entre una ciudad antigua y moderna abierta al mar



Para el visitante llegado como el que suscribe o para cualquier otro, a la ciudad vieja de Barcelona lo sorprende un núcleo de casco histórico de mediados del siglo XVII, donde vivió encerrada entre sus murallas irregulares y abigarradas que se acumulan las huellas de los 2000 años desde la Barcino romana, hasta la Barcelona del siglo XXI inscripta hoy en un mundo moderno y globalizado. 
Sus 450 Has la dividen en cuatro zonas; la central es la del barrio gótico más antiguo que conserva rasgos medievales con vías angostas empedradas é iglesias centenarias, del otro lado la Rambla donde está el Raval, fue marginado durante años por el barrio chino, y hoy es la puerta de la evolución del desarrollo donde conviven comunidades diversas que se combinan con actividades culturales, comerciales y de ocio en su tradicional escenario presidido por la espléndida rambla del Raval, a su derecha se encuentra un área que integra a Sant Pere, Santa Caterina y la Ribera donde está el Born, una vieja relación entre la ciudad y el mar como nacida de extramuros en el siglo XIII, para construir una ciudadela miltar que posteriormente sería transformada en parque, para llegar a conservar la Ribera su trama medieval, y muy cerca se encuentra el barrio marinero la Barceloneta construído en el siglo XVIII, donde su Port Vell reúne la zona comercial, las oficinas, las embarcaciones del servicio náutico, muelles pesqueros y a sus pescadores con atmósfera mediterránea que bordea al puerto con la playa para tentar al ocio. 
La visita obligada de quién llega es transitar la Rambla, una calle boulevard con una explosión de vida y color propia al circular por su paseo peatonal personas de todas partes del mundo hasta altas horas de la noche, y es la línea divisoria entre el barrio Gótico y el Raval. Su directriz enlaza al mar Mediterráneo con el Eixample jalonado por puestos de venta variados y de flores.
El Eixample-Gracia es el corazón céntico de Barcelona que define una racional trama urbana diseñada por Ildefons Cerdá luminosa, arbolada, comercial y cultural del siglo XIX que se abrió al futuro como así Gracia con su encanto peculiar de sus calles dejadas por reminisencia de los viejos núcleos rurales para no perder su carácter esencial en ésta zona central de la ciudad que se conserva para el paseo en su recorrido tranquilo y sosegado.
Tiene también su fachada marítima hacia el mar desde la reforma urbana por motivo de los Juegos Olímpicos en 1992 recuperando su puerto en el tráfico de mercancías y sus estaciones marítimas de cruzeros con líneas que unen a las Baleares y que también incluye a las playas de Barceloneta.
La Vila Olímpica construída como residencia para los atletas es un gran puerto deportivo que se extiende con sus playas hasta el Forum de las Culturas, donde se transformó la fachada marítima de Sant Martí en 2004. En el Forum se siguieron pautas innovadoras con áreas de congresos para 15.000 personas configurando un espacio de futuro sustentable.
Sants-Montjuic es el distrito más extenso de Barcelona con una superficie que abarca la quinta parte al englobar la vieja villa de Sants, Hostafrancs, Poble-sec o La Bordeta como el área del puerto y la zona Franca. Esta zona está cerrada por la montaña de Montjuic con su castillo que resguardaba la costa, y su forestación fue urbanizada para la Exposición de 1929 y en los juegos de 1992 con el Anillo Olímpico, su jardín Botánico, museos y otros emprendimientos. 
El Anillo Olímpico de Montjuic fue el escenario principal de los juegos en 1992 con su estadio Palau Sant Jordi, las pisinas Picornell, el Instituto Nacional de Educación Física y su torre de comunicaciones.
En Barcelona se destaca su Catedral de la Santa Cruz de estilo gótico catalán iniciada en 1298 erigida junto a las murallas de la época medieval sobre el mismo emplazamiento anterior de la primera catedral paleocristiana del siglo IV, y la segunda de estilo románico entre los años 1046 y 1058. Su construcción fue ardua y para no interrumpir el culto se derribaba por parte el edificio románico, a medida que avanzaba la obra gótica que se terminó a mediados del siglo XV, y su fachada quedó inconclusa faltando sus pináculos y decoración escultórica. Cuatro siglos después con la Exposición Universal de 1888 su terminación fue inspirada por el proyecto de maestro francés Carli en el siglo XV con fachada neogótica, y añadieron dos torres laterales para realzar su esbeltez decorativa.
En el día de Corpus Christi de su festividad se coloca por tradición un huevo vaciado sobre el surtidor de agua de la fuente gótica del claustro, si el huevo resiste la jornada bailando sobre el chorro sin caer, el año será venturoso.
El gran claustro fue construído en la mitad del siglo XIV de forma rectangular con cuatro galerías como naves, con bóvedas de crucería sostenidas por arcos ojivales, y en su centro un jardín arbolado con un estanque donde se bañan trece ocas, cantidad coincidente con la edad que tenía santa Eulalia cuándo fue martirizada.

La Basilica de la Sagrada Familia es el símbolo religioso de ésta ciudad por ser la más célebre por su original arquitectura artística creativa de Antoni Gaudí . 
Pero curiosamente Gaudí no fue su primer arquitecto ya que previamente llevó la iniciativa de un devoto librero barcelonés que proyectó el estilo neogótico previo, por Francesc de Paula del Villar, un arquitecto oficial del arzobispado, pero las diferencias de crfiterio entre Villar y el promotor de la obra le permitió a Gaudí como artista prometedor en su época se hiciera cargo de la obra al año de su inicio, cuándo solo se había construído la cripta y el ábside. 
Al asumir lo edificado se comenzó a construir en 1882 donde el arquitecto genial Gaudí no dudó en cambiar el proyecto por algo más ambicioso con una estructura revolucionaria, robusta y de mayor altura con 45m en el interior de la nave central, y 125 en las torres existentes con 170m en el cimborrio por construir, lo que demoró 43 años para completarse, desde sus 31 años de su carrera profesional hasta pocos diás antes de su muerte en 1926 que lo encontró con el inicio de la fachada del Nacimiento, orientada al noreste que puede considerarse su mayor herencia gaudiana.
La manzana entera que ocupa el Eixample se fue transformando como una tabla bíblica sobre la piedra con infinidad de pasajes y personajes bíblicos y referencias esculturales en amplios espacios verticales y horizontales para adaptar el templo a las necesidades del culto.
Así éste genio experto en liturgia católica concentró sus esfuerzos para dejar encaminado y bien definido el símbolo de la fachada para que sus seguidores que siguieron con la dirección de las obras que no llegó a ver terminadas, tuvieran la visión clara de sus ideas revolucionarias para el conjunto del templo donde se muestran los hechos de la infancia y la adolesencia de Jesús que representan al Nuevo Testamento, como la Anunciación, la Adoración de los Reyes, la Huída a Egipto, y la matanza de los Santos Inocentes. 
En su construcción se vertieron conocimientos técnicos y artísticos renovadores para afirmar la aspiración de su trabajo creando los arcos hiperboloides para difundir la luz como fuera las hojas   de la propia naturaleza extraída de la observación natural, para crear los ornamentos y estructuras hiperbólicas de las bóvedas que lo diferenciaba de lo convencional de otros edificios.
Al asumir la muerte de Gaudí solo se habían completado la cripta, el ábside, parte de la fachada del claustro y comenzado el Nacimiento con las cuatro torres a punto de terminar, sólo pudo ver una, la torre-campanario a la que se dedicó durante los últimos doce años. 
Por su ausencia y los problemas de financiación, y diez años después la Guerra Civil provocaron la paralización de la obra hasta 1954, que se inició con la fachada de la Pasión pero sus bocetos y planos desaparecieron en un incendio intencionado durante la Guerra Civil, en ellos se especificaba 5 naves y un claustro ambulatorio que rodeaba la edificación, 3 fachadas grandes porticadas con 18 torres y 12 campanarios dedicados a los apóstoles, 4 torres a los evangelistas, 1 consagrada a la Virgen María y una más elevada dedicada a Jesús ubicada sobre el cimborrio del templo, llamado a ser el edificio más alto de la ciudad.
De las 18 torres solo 8 se terminaron que corresponden al Nacimiento y la Pasión, pero ésta última obra del escultor Joseph Maria Subirachs contrasta con la vitalidad y candidez que trasmite la fachada opuesta que narra el sufrimiento y muerte de Jesús, con las figuras angulosas y hieráticas en el contexto del mural con su total desnudez ornamental como había previsto Gaudí en sus bocetos. 
A fin de cubrir en su nave central un espacio para albergar 14.000 feligreses con un coro de 1.200 cantores, el arquitecto creador catalán se inspiró en la naturaleza para las columnas arborescentes ramificadas (de 1,40m y 1,75m de diámetro de granito y basalto, y 4 columnas que soportan a la nave y el crucero de mayor peso que alcanzan los 2,20m de diámetro son de pórfido, una roca ígnea de mayor resistencia) para sostener las bóvedas con forma de hojas de palma con lucernarios que permiten entrar la luz natural.
Así la Basílica de la Sagrada Familia es una de las iglesias más célebre del posmodernismo del mundo por su original y creativa arquitectura, y su edificación que reproduce los plazos no habituales en la época de las grandes catedrales, cuando construir una iglesia gótica demandaba medio siglo de trabajo y ahora en el siglo XXI la Sagrada Familia sigue construyéndose y remodelando.
A la Sagrada Familia se la considera como la Basílica del tercer milenio ya que sus torres no se han terminado hasta el 2012 y está prevista su finalización aproximadamente para el 2030, y conocida desde su inicio como la "Catedral de los Pobres" por tratarse de un templo expiatorio por aporte de donaciones anónimas, no se puede calcular con exactitud la finalización de sus obras.
Ya en 1906 Gaudí gozaba de gran popularidad en Barcelona como arquitecto de importantes mansiones construídas para los poderosos industriales de la época, entre ellas la Casa Calvet premiada como mejor edificio en 1900 y cinco años después la Casa Batlló que causó admiración por su audacia y creatividad y no era para menos cuándo su mayor admirador era el empresario Pere Milá, cuyo padre fue socio de Batlló y decidió encargar a Gaudí su nueva residencia en el chaflán del paseo de Grácia y Provenza donde viviría en la planta principal, y los pisos superiores estarían destinados a alquiler.
Con su madurez creativa innovadora personal proyectó un estilo ecléctico en su interior ante la incomprensión de su dueño que acabó enfrentándose calificado por la sociedad barcelonesa de forma despectiva como una pedrera (cantera), por sus formas naturalistas en su fachada arquitectónica con volúmenes pétreos ondulantes y sus interiores de contornos oblicuos y circulares y en el exterior el hierro forjado de audaces amasijos retorcidos formaban las banderillas de los balcones y terrazas.
La Casa Batlló y el Parque Güelll se consideran las obras donde Gaudí se despojó de la influencia de los estilos históricos gótico, mudejar y barroco para aplicar su propia convicción creativa basada en las formas de la naturaleza, y aumentar la altura en las construcciones por la cuál se topó con la limitación municipal.
Para conservar su proyecto cumpliendo con la ley tuvo que diseñar una cubierta sinuosa con tejas romboidales que simulan las escamas de pescado que entra en contacto con la casa vecina Amatller, con el objeto que observada desde abajo del paseo se viera la continuidad de los dos edificios, y para conservar su configuración con las ventanas se colocó un sustrato en revestimiento de piedra, cerámica y vidrio para dejar la fachada Batlló con mayor atractivo que su vecina y aprovechar captar la atención de los transeúntes.

Sus balcones son tallados en piedra de formas orgánicas asemejan huesos en la parte baja y el resto el espacio se llena con diminutas piezas cerámicas vidriada que brillan al sol sobre una superficie ligeramente ondulada con un efecto similar que produce la visión impresionista.

Al patio de luces, Gaudí le reservó la reforma estructural más importante del inmueble al mejorar su iluminación y ventilación, aprovechando el espacio de la escalera interior con la luz cenital, y revistió con azulejos reflectantes al patio y vidrió las pequeñas terrazas de los pisos inferiores.

El piso principal fue destinado a vivienda de su propietario con decoradas paredes, mientras que con el desván impregnado del naturalismo que Gaudí tiene por la predilección orgánica manifiesta su estancia, por la sucesión que forman los arcos catenarios que dán la sensación de estar dentro de la caja toráxica de un animal.

Con la posterior expansión urbanística del Eixample, el paseo de Gracia se convirtió en el eje principal y la calle preferida céntrica de los burgueses adinerados enriquecidos por varias décadas de buena actividad económica, decidieron contratar a los mejores arquitectos en ese boulevar para residencias cómodas y lujosas.
Así se levantaron en la manzana de la discordia la Casa Lleó Morery obra de Lluis Domenech i Montaner autor de Palau de la Música, Casa Mulleras de Eric Sagnier Villavecchia también autor del Tibidabo, la Casa Amadtller de Josep Puig i Cadalfach y autor de la Casa de los Punxes iniciadas en 1904.

A diferencia de la época hoy la Casa Milá más conocida como "La Pedrera" se considera su proyecto más emblemático en la obra gaudiniana encargado por el industrial Pere Milá y su esposa Roser Segimon, ya al concebir su proyecto, el arquitecto tenía adquirida la seguridad de sus planteamientos estructurales y estéticos, que le permitió despojarse de todas las sumisiones a la tradición constructiva de la época y permitir adelantarse con nuevos e innovados caminos artísticos sin explorar.
Así es el resultado de La Pedrera un edificio rústico por sus aspecto pétreo exterior de paredes alabeadas, arcos parabólicos de audacia impropia de la época, y veamos sus características y detalles.
En un solar de esquina opuesta al Batlló en el paseo de Grácia, surge un inmueble de seis pisos con sótano y desván en una estructura de pilares y vigas de hierro colado que le permitía adaptar una distribución interior de cada piso a las necesidades del vecino, adelantándose el concepto de "planta libre" una idea que se acuñó durante dos décadas después de los racionalistas, y para reforzar ésto Gaudí diseña una fachada autoportante sostenida en sí misma por una estructura independiente del resto del edificio, unida por viguetas empotradas en los bloques de piedra. Otra innovación es el sótano para permitir un estacionamiento de autos para los españoles con un gran doble vestíbulo de acceso para maniobra, que permitiera la salida por la calle lateral Provenza y facilitar la circulación.
La luz era importante para Gaudí y para ello prescindió de escaleras nobles hacia los pisos superiores y colocó ascensores (novedad para la epóca) proyectando tres cajas de escaleras en lugares más discretos conectados a la zona de servicio en los pisos.
La planta principal quedó reservada para la familia Milá con 1300m2 equivalente a 10 departamentos grandes que cuenta con 35 salas, incluyendo antesalas, baños y servicios siendo el único piso que se accede por los vestíbulos por tramos de escaleras exclusivas. En los pisos superiores se divide en 3 ó 4 viviendas todas con porción de fachada principal, trasera, patio interior y balcón.
El Espacio Gaudí pertenece al desván en el último piso uno de los lugares de más carácter de la arquitectura gaudiniana que permite conocer los elementos de su producción por la línea de su trabajo, el diseño visual y empírico y la interpretación de su vida, y obra de sus craeaciones con planos, maquetas, objetos, fotos y videos, y donde la exposición se divide en siete ámbitos, uno de ellos integramente al proyecto y diseño de La Pedrera.
En la azotea a plena luz del día un insólito lugar por su fuerza artística de sus esculturas dispuestas a lo largo corresponden a tres tipos de construcción: las cajas de escalera, las torres de ventilación y las chimeneas Helicoidales todas tratadas con trencadís (piezas de cerámica rota) y los elementos ornamentales de ventilación están enlucidos y pintados. 
Las barandas de piedra perimetral son ondulantes con forma de la fachada principal que armoniza entre la fachada y la cubierta.
En su cuarto piso de la planta del edificio ocupado por dos viviendas, en la primera un audiovisual nos acerca al período de la Semana Trágica (1909) y la Exposición Internacional de Barcelona en 1929. 
En la segunda se recreó la vida de una familia de burguesía barcelonesa del primer tercio del siglo XX, reconstruída con los mobiliarios originales en su interior con los pomos, tiradores, molduras, elementos decorativos, obras de arte, puertas y pavimentos y la cocina conservando sus elementos de uso con su equipamiento doméstico de época poniendo de manifiesto su habitabilidad.
En su planta principal o noble residía la familia Milá y en 1992 fue inaugurada como sala de exposiciones con su barandilla trabajadas de cintas de hierro torsionadas, murales decorados con trencadís con columnas de piedra esulpidas con motivos ornamentales como ciertos fragmentos en los cielorasos, juega con la idea de dar continuidad con los ritmos ondulantes de la fachada exterior.
La espectacularidad de su fachada y originalidad de su azotea La Pedrera está considerada como el edificio más sobresaliente incluído en el Patrimonio Artístico con la declaración como Monumento Histórico-Artístico de interés Nacional por parte del Gobierno español en 1969 y cuando la UNESCO lo inscribe como Patrimonio Cultural Mundial en 1984. 
Gaudí ha dejado a lo largo de su vida 14 obras básicas que demuestran la evolución constante de su ideas arquitectónicas a saber, en 1878 las Farolas de la Plaza Real en piedra con columnas de hierro fundido, cromados y un simbólico casco de Mercurio con alas.

Casa Vincens en 1888 de estilo mudéjar estructurado en piedra, ladrillo y cerámica de colores azul con amarillo con arco parabólico.
En los Pabellones de la finca Güell en 1887 hace una artesanía decorativa, un dragón de hierro colado amenazador en una reja que cierra la entrada a la finca, evoca la gesta de Hércules en el jardín de las Hespérides.
Palau Güell en 1888 Gaudí hizo su espacio cálido, elegante y una magestuosa azotea con juegos de columnas, cúpulas, hierro forjado y madera todo de exhuberancia decorativa multicolor usando trencadís con vidrio que confiere un aire mágico al espacio.
ElColegio de las Teresianas en 1899 de arcos parabólicos con una austeridad exterior que contrasta con la calidez de su ambiente interno con una adecuada distribución de la luz.
El edificio de la Casa Calvet en 1899 incorpora elementos ornamentales de la estética gaudiniana con nuevos materiales conforma una anatómica explosión de formas vegetales moderna.
En la Iglesia de la Colonia Güell de 1898 y terminada en 1917 situada a 12 Km de Barcelona donde ensayó los funículos y tensores de maqueta invertida, columnas invertidas con arquitectura hiperboloide y bóvedas de ladrillo a la catalana de paraboloide hiperbólico, con nervaduras y columnas de descarga plurifuncionales, para obtener una atmósfera de recogimiento por su volúmen espacial y el cromatismo de sus ventanas.
En la Casa Bellesguard de 1900-09 de estructura gótica contrasta con su interior con su estructura a base de arcos de ladrillo voladizo, con techos y terrazas sin viguetas.
El Parque Güell, 1900-14 fue el intento de crear una naturaleza plena donde no hay lineas rectas sino todo es ondulado o torcido y en la escalinata por boca de una salamandra sale agua de lluvia recogida por una cisterna situada debajo de la sala hipóstila como espacio destinado a mercado con una terraza abierta a la lluvia.

La Puerta de la Finca Miralles en 1902 es un muro pétreo coronado con tejas de cáscara de tortuga, como otro exponente creativo de la estructura gaudiniana.
Antoni Gaudí i Cornet  nació en Reus, provincia de Tarragona en 1852, hijo de una familia de caldereros, y desde pequeño observaba como su padre y abuelo en su taller cercano a Riudoms, con buen dominio de las manos y un martillo sobre planchas de cobre conseguían crear formas redondeadas con delicadas y sutiles formas para los objetos cotidianos de uso.

A los 17 años su familia lo mandó a Barcelona a estudiar arquitectura, era ya diestro con las manos é imaginativo y observador con conocimientos matemáticos se estacó como alumno en la Escuela de Arquitectura, tambien levantó recelo con sus profesores por sus prácticas poco ortodoxas del tratamiento de las formas estructurales. De carácter reservado pero convencido de su capacidad llevó a la práctica sus ideas que llamó la atención a la burguesía catalana que confió en él para hacer obras creativas diferentes, entre los cuáles Eusebi Güell fue para quién más trabajó hasta su obra póstuma trás una crisis espiritual; construyó el templo de la Sagrada Familia, hoy Basílica aprobada en ceremonia de dedicación por S.S. Benedicto XVI en noviembre de 2010.

Murió en Barcelona el 7 de junio de 1926 a los 74 años atropellado por un tranvía.

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