El director, coreógrafo, régisseur y clown Daniele Finzi Pasca quiere hacer un homenaje al circo tradicional y a uno de sus grandes protagonistas, el payaso, el artista crea una historia a partir del funeral soñado/imaginado por un clown llamado Mauro que tiene varios diálogos interactuando con los ángeles que rodean su muerte vigilan en silencio, para un deslumbrante cortejo (corteo en italiano) fúnebre, un desfile lleno de alegría, una procesión festiva de un payaso que imagina su propio funeral en un ambiente divertido,y el continuo desfile de ángeles en Corteo enlazan lo humano con lo celestial, con su primer número llega una danza aérea acrobática con cuatro bailarinas enrolladas en enormes candelabros.
El espectáculo combina la pasión con la estética y la fuerza de los acróbatas que sumergen a los espectadores en un mundo onírico y misterioso que mezcla diversión, comedia y espontaneidad en algún lugar entre el cielo y la tierra con un elenco que CORTEO incluye a 60 artistas de 19 países distintos.
Entre ellos está el argentino Victorino Luján, el payaso gigante de 2,10 metros que cambió su rumbo de la liga nacional de básquet, por la actuación circense luego hacer unos talleres con el maestro Marcelo de Bellis, y Luján ya que no tiene una formación estrictamente de clown y se define como “ Actor, diletante de manera de cantar y aprendiz de acordeonista ”. Algo parecido sucede con el brasileño Marcelo Perna, el “payaso blanco”, nacido en Florianápolis, cuyo rol es mantener el orden de su troupe. “Venía de la comedia, aunque en Brasil para ser actor tenés que hacer de todo. Es la primera vez que hago un clown”, confiesa. Tanto el argentino como el brasileño enviaron un video con sus rutinas a Canadá y trás un casting fueron seleccionados. Luján está de gira desde el estreno de Corteo, hace nueve años; Perna se sumó hace un año y medio.
El vestuario y el maquillaje del show también responde a la estética italiana renacentista.“Es bastante natural y real, tanto en el diseño como en los trajes”, señala Ellen Flatters, jefa de vestuario del show. En el circo el payaso recuerda su vida: los buenos momentos, los amores, la juventud, y la niñez que son las cosas que nos marcan, y es donde "Corteo" rompe con el modelo del circo al llevarnos a Italia en una época romántica.
Corteo sube de revoluciones a partir del trepidante "Paraíso en el trapecio" que provoca aumentar las pulsaciones por el vértigo que al ver a tres artistas fornidos colgados boca abajo, y lanzar unas trapecistas a varios metros de altura a veces sin mirar.
Así como en un sueño, por el escenario pasan mujeres en camas elásticas donde los acróbatas saltan, caballos que actúan como personas, una marioneta humana, o una lluvia de pollos de paño. Pero la intervención más aplaudida es la pequeña payasa Valentina, quién flotando en globos de helio gigantes acompaña a Mauro en un segmento cómico donde la participación del público impulsa al personaje a volar.
En el repertorio circense salpicado de más humanidad es de los liliputienses Gregory y Valentina que son capaces de un exigente contorsionismo como así en representar una jocosa escena de Romeo y Julieta, la parejita se muestra en éste Corteo que aúna poética y teatralidad con un virtuosismo no siempre infalible.
A tantos años de aquella primera noche, Finzi Pasca siente que Corteo es un trabajo que todavía está vigente. De los artistas que estuvieron en el inicio de éste cortejo todavía hay algunos en escena, pero como siempre sucede en todas las producciones del Cirque, hay un extenso tiempo dedicado a la creación, al ensayo, y a la puesta a punto en cada espectáculo.
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